Por Carlos Pais Lorenzo · Se acerca el año nuevo, el 2025, un año que dará paso, como suele pasar por la cabeza y pensamientos de muchas personas, a nuevos proyectos, ideas, cambios de forma de vida, finales o comienzos, según se vean... Lo importante, para mí, es que el tiempo sigue su curso, sigue pasando y provocando que todos estemos en constante evolución y aprendizaje, inclusive si pensamos que no, que no son buenos o propicios momentos, si te detienes y lo meditas, verás que son instantes que también nos están enseñando a hacer, como dice la letra de una canción, «balance de lo bueno y malo», y que así sea, pues es, y lo repito, la manera de poder conocernos más a nosotros mismos, cambiar o mejorar eso que no nos gusta tanto de nosotros, o de nuestras vidas con los demás y para los demás y seguir adelante buscando, sencillamente, llevar una vida rica en buenos momentos, en poder solventar los menos buenos e intentar ayudar a “los nuestros” para que se propague esa energía y que todo en el tiempo que viene, sea un poquito, por lo menos, un poquito mejor.
Como no, si te vas a comprometer con algo, con alguno de esos cambios que quieres hacer, inténtalo hasta el final, no sólo un día, o una semana, sino hasta que lo logres, aunque a veces no sea agradable el proceso que ese cambio conlleva, aunque tropieces en el camino y creas que ya no tienes fuerzas. Es ahí donde te debes permitir sentir el dolor que traen consigo los grandes esfuerzos, es ahí donde te puedes parar a descansar y tomarte un respiro para calmar a ese lado de ti que quiere que abandones y dar alimento a tu parte más optimista y fuerte para seguir en el camino hacia tu realización y compromiso contigo mismo, hazte un favor y no te abandones ante la primera adversidad, ni siquiera ante la novena o décima, y sigue, siempre sigue.
Y es aquí donde entra nuestro pueblo, nuestros habitantes que vienen de años caóticos, no tan buenos, de perder muchas cosas, de sufrir a niveles que personas que no han pasado por lo que ellos ni se imaginan, de ver como tiempos oscuros se abalanzan sobre ellos y la sensación de desesperación los llevaba a la deriva... y no, no dejaron de intentarlo, siguieron, se pusieron en pie y siguieron luchando por recomponer sus vidas, sus hogares, sus nuevos hábitos, sitios, amistades o vecinos.
Felicitar a toda Nuestra Tierra y habitantes por seguir creyendo en algo que ya no muchos ven, en la esperanza, perseverancia, el coraje, la fuerza, la fe y el amor por nosotros mismos. A esos seres que no queremos, ni podemos, porque no está en nuestra naturaleza, rendirnos... a todos ellos, Feliz Año Nuevo, y que siga la vida para poder demostrarle que seguimos vivos, pero lo más importante, viviendo.