Por Carlos País Lorenzo
En La Palma tenemos oportunidades únicas, condiciones climatológicas envidiadas y queridas por otros lugares, zonas, países o culturas de nuestro planeta, pues la combinación que tenemos de temperaturas, calidad de agua, tierras ricas en micro elementos, y como no, nuestras horas de luz, por nuestra situación geográfica, hacen de las islas, y por ende, de la nuestra, La Isla Bonita, un espacio en el universo, casi que único para poder emprender, proyectar y hacer realidad vivir de la tierra, y no sólo vivir, sino “generar más riqueza”.
Ya hemos visto que tenemos tierra, pero no hacemos algo útil con ella, y no me refiero a todas esas gentes palmeras, o no, que viven aquí, que cultivan su huertita, que siembran para el consumo del hogar, o los que lo hacen para poner su puesto en el mercado, esos que ahora hay en algunos municipios, los cuales colaboran con dichos agricultoras y agricultores haciendo que tengan o se ilusionen más para trabajar la tierra y sacar de ella productos de una calidad y sabores exquisitos, y en ocasiones, auténticos, pues cada persona tiene su forma de alimentar su tierra, sus cultivos, recolectarlos y presentarlos, haciendo de ellos, en el trato que les da, más o menos sabrosos, sanos, vistosos.
Y esta es mi forma de apoyar, felicitar, agradecer y dar voz a quién hace posible, que todavía en los tiempos que vivimos, de globalización, capitalismo agresivo y destructivo practicado por las grandes superficies e industrias que lo monopolizan todo, aún así sigan adelante y no se arrodillen ni decaigan en su camino hacia la vida más sostenible y respetuosa con el entorno a nivel local y con el planeta a nivel global.
No es para esos terratenientes, propietarios de grandes extensiones de terrenos llenos de monocultivos que acaparan el mercado, saturándolo, haciendo que los anteriores aún lo tengan más difícil para poder lograr los suyos, venderlos o distribuirlos. Claro está que los monocultivos gastan más recursos hídricos, son menos respetuosos con el entorno, ya sea a nivel visual o ambiental, no fomentan la variedad de especies que lo habiten, o no tanto como la diversificación de cultivos más ecológicos o sostenibles.
Por tanto, felicidades por aguantar y persistir agricultoras y agricultores sostenibles y humildes de Nuestra Tierra, La Palma.