La Resurrección del Pájaro de Fuego
Pájaro de Fuego
Por Carlos Pais Lorenzo
Si hay una especie en Nuestra Tierra que estaba en grave peligro de extinción, es la preciada y bien rara de ver Pico de Fuego y Pico Cernícalo (Lotus Eremiticus y Lotus Pyranthus), hasta tal punto que entre los años 1993 y 1996 se contabilizaron en la isla sólo tres ejemplares, aunque en los años posteriores y gracias al poder de supervivencia de sus semillas, a su condición de hermafrodita y a las precipitaciones en la isla, se han podido mantener y proliferar.
Casi como un ave fénix que resurge de sus cenizas, el pájaro de fuego, como se le conoce coloquialmente por su aspecto, ha salido ahora de su penosa situación gracias a los cuidadosos programas de conservación del gobierno de la isla. El Vivero Insular del Cabildo de La Palma, así como el Jardín de Aclimatación de La Orotava en Tenerife, o en Jardín Botánico Viera y Clavijo en Gran Canaria, mantienen ejemplares de la especie, y ha sido de gran ayuda para que no desaparezcan por completo. Años de cuidados y diversos programas de reforestación están dando sus frutos. Se ha hecho mucho para darles la oportunidad de regenerarse, que es el objetivo último de cualquier plan de conservación de una especie amenazada, la cual está prohibida arrancar o cortar ningún ejemplar, recoger esquejes o semillas y vender, o transportar plantas o partes de ellas.
El resultado es ahora esperanzador, pues demuestra que son capaces de mantener una dinámica poblacional estable en su medio natural y que su entorno inmediato reúne las características necesarias para ello. Sin embargo, también hay que controlar las principales amenazas estresantes, como podrían ser sus depredadores los herbívoros, introducidos en la isla (cabras, conejos y otros animales salvajes). Estas especies de trébol cornudo pueden admirarse en los espacios protegidos del Lomo de la Monja, en Santa Cruz de La Palma, y del Roque de la Viña, en el municipio de la Villa de Garafía. Un exitoso proyecto natural con un final feliz.
Su tiempo de floración es entre abril y mayo, manteniendo la misma hasta principios de verano, brindándonos todo su color y belleza por esta época, así que si te encuentras en tu paseo por el monte con ella, admírala, disfruta de ella y no hagas otra cosa mientras lo haces que desear que se propague y prolifere por toda la isla, que en definitiva es también tu hogar, y ella un habitante más del mismo.
Un hombre nunca es tan grande como cuando se agacha para cuidar una flor o una planta. (Anónimo).