Me dicen que un pueblo de Málaga se ha puesto azul, como un pueblo de pitufos, al parecer se pintó de azul para un rodaje y la gente viendo que atraía al turismo lo ha dejado así, curioso verdad. Bueno, aquí en La Palma he oído cosas más frikis: un amigo con cierta influencia política me dijo que él tenía un proyecto para azulejear, es decir, cubrir de azulejos el risco de la Concepción, sobre la ahora Somos Capital. Bueno, no sería muy ecológico, pero sería un espectáculo ver el sol de la mañana refulgir sobre el risco. Tal vez en La Palma necesitamos color para salir de la melancolía en que aún nos tiene sumidos el volcán. No estaría mal que las calles de Santa Cruz fueran del color de los partido políticos, según el número de votos en cada calle o barrio, una calle azul, otra roja, otra violeta, otra verde, aquella amarilla, alguna que otra arcoirís, y que conste que no estoy señalando a nadie, bueno, si un barrio dominan los abstencionistas pues lo pintamos de blanco. Creo que esto convertiría La Palma en un paraíso turístico, eso si, con un trajín que te cambas. En cuanto al Valle, no estaría de más colorear las coladas, en plan país multicolor, como la Abejita Maya, bien, bien, soy un capullo, de acuerdo, pero un capullo de alegres colores. Y los contenedores no te digo, y las caravanas que nos atacan desde todos los frentes, que sea obligatorio que vengan en plan flower power, como el Tom Bombadil del Señor de los Anillos. Un Birigoyo azul quedaría liiindo, la verdad, y los bordes de la Caldera blanco nieve, como si siempre estuviera nevada, y las carreteras que cada ayuntamiento pusiera sus colores, y cabildos y juzgados empapelados con expedientes sin resolver, bueno, esto no lo he dicho, borren esto por favor, después de leerlo.